LA NOCHE EN EL DÍA
(POR JOSEPH STROUD)
La noche nunca quiere poner fin y entregarse
a la luz. Por eso se aferra a las cosas: a la obsidiana y a los cuervos.
Incluso en el solsticio de verano, el día del gran triunfo
de la luz -cuando los campos de girasoles engullen todo el fulgor-,
abrimos una sandía y escupimos
sus pepitas negras, brillantes pedacitos de noche sobre la hierba.
[Versión al castellano: Jesús Jiménez Domínguez]
Gran traducción, Jesús. A ambos nos cautivó tanto este poema que decidimos traducirlo y compartirlo en nuestros blogs, pero creo que tu traducción es más hermosa que la mía. Felicidades :)
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