lunes, 24 de enero de 2011

Las letanías de Satán (Jesús Aguado)

Jesús Aguado


LAS LETANÍAS DE SATÁN
(POR JESÚS AGUADO)

Ô Satan, prends pitié de ma longue misère!
CH. BAUDELAIRE


Tú que fuiste expulsado por desear que Dios
también tuviera un cuerpo, por soñarle unos labios
y no sólo una voz que dicta obligaciones,
por ponerle una boca mordedora, una lengua
ansiosa de otra lengua, un cuello peligroso,
unos muslos feroces como estrellas fugaces,
por pensar que podría ordenar la existencia
como un abrazo eterno y no como una espada,

¡Oh Satán, ten piedad de mi largo infortunio!

Tú que al caer quebraste los tarros de perfume
y las capas de hielo que recubrían todo,
que alzaste una cabaña de fuego en cada mano,
esa hoguera habitable que llamamos placer,

¡Oh Satán, ten piedad de mi largo infortunio!

Tú que inventaste el tedio y el asa de las tazas,
el verso alejandrino y los pueblos caníbales,

¡Oh Satán, ten piedad de mi largo infortunio!

Tú que estudias paciente la faz de los canallas
y caminas sus surcos con pasión de erudito,
que lames al leproso y al helado de kiwi
con idéntica gula pues ambos son metáforas
de la decrepitud, que coleccionas barro,
callejones, bombillas fundidas, desertores,

¡Oh Satán, ten piedad de mi largo infortunio!

Tú que todo lo trizas porque sólo disfrutas
con los rompecabezas, que haces del mundo un puzzle
y barajas las piezas para que Dios se líe
y no sepa qué pinta un adulterio al lado
de un mamut, un cerezo entre el ser y la nada,
la soledad de un niño junto a la ley de Newton,

¡Oh Satán, ten piedad de mi largo infortunio!

Tú que eres de una estirpe producto de una cópula
sostenida en la ciénaga entre el ojo de Dios
y una manada de rinocerontes, hijo
del rapto y violación sufridos por lo eterno
a manos de esa banda, los minutos, que asuelan
con sus motos los barrios celestiales, mi hermano,

¡Oh Satán, ten piedad de mi largo infortunio!

Tú que acudes a mí cuando mi voz restalla
y el mundo avanza un paso como yunta de bueyes,
porque juntos aramos la palabra universo,
esa tierra baldía sembrada de puñales,

¡Oh Satán, ten piedad de mi largo infortunio!

Tú que eres perezoso y algo panzón, mas alguien
con quien charlar sin prisas de las dudas del sexo,
y no un tipo al que hacer reclamaciones bobas
(burócrata especial que gestiona milagros)
o al que pegar sablazos sobre la salvación
que nos mire detrás del mostrador de un cielo,

¡Oh Satán, ten piedad de mi largo infortunio!

Gloria a ti, oh Satán, adversario del hombre
pero no de los hombres, adversario del ángel
pero no de los ángeles (con los cuales te embarcas
en juergas muchas veces que acaban en escándalo),
adversario del cuerpo pero no de los cuerpos,
Satán que nos enseñas la rebelión suprema:
conjugar en plural, ser arena y no roca,
vivir con un martillo bien alerta en los ojos
contra el largo infortunio de no ser más que yo.


Jesús Aguado y yo (jesuses los dos) tenemos una deuda poética y moral con "Les litanies de Satan", poema de Les fleurs du mal. Mi poema del libro homónimo Fundido en negro no hubiera existido sin el poema de Baudelaire (y seguramente sin el poema de Jesús Aguado). He de decir que el poema de Jesús Aguado que dejo aquí me parece mejor que el mío. Es una fantástica oración pagana, llena a partes iguales de misterios y verdades.

viernes, 21 de enero de 2011

A soidade é unha doenza da pel

Alguien se ha tomado la molestia de traducir mi poema "La soledad es una enfermedad de la piel" (perteneciente a Fundido en negro, DVD Edciones, 2007) al gallego. Lo cierto es que suena maravillosamente bien. Si el portugués es la lengua oficial de la saudade, sin duda el gallego lo es de la morriña. Y la piel es la patria.


A SOIDADE É UNHA DOENZA DA PEL

De noite asubían os imáns da destrución.
O mesmo vento que hoxe nos arrinca de raíz
cósenos con dobre fío ao vento do mañán.
Somos manchas minúsculas baixo o borrón da noite.
A cidade onde camiñamos é un zapato que nos fai bochas.
Un aire sen céo delátanos, vístenos para a desaparición.
Perdidos para sempre os planos do home
un a un vanse pechando todos os poros.
Facémonos impermeables na soidade:
dentro da pel non viaxa ninguén;
fóra da pel ninguén nos ve pasar.

jueves, 20 de enero de 2011

Mejores portadas de libros del 2010 según Lector mal-herido


Lector mal-herido, con el que me río muy a menudo, hace en su blog una divertida lista de las mejores portadas de libros del 2010 que sólo se puede tomar a broma. Con gran sorpresa por mi parte, aparece el diseño de cubierta que ideé para Poetry is not dead, libro de Luna Miguel (DVD Ediciones). Obviamente, creo que lo de Penguin (Penguin Books, supongo) no va por mí, pero con Lector mal-herido nunca se sabe.

En cualquier caso, me quedo con su lista de las peores portadas de libros del año. Los comentarios al respecto son impagables.

sábado, 15 de enero de 2011

Broadcast en el recuerdo




Ayer fallecía Trish Keenan, cantante del grupo Broadcast. Me gustaba mucho este grupo. Muchísimo. Sobre todo sus dos primeros discos. ¿Qué se puede añadir a esta triste noticia? Que siempre se van los mejores. Qué pena. Pero nos quedarán su voz y sus discos. Y no es poco.

sábado, 8 de enero de 2011

Luna Miguel, poesía (ins)urgente

Poetry is not dead, Luna Miguel
DVD Ediciones, (Barcelona, 2010)
Premio de poesía Hermanos Argensola
Portada: Jesús Jiménez Domínguez

Si, como se nos ha ido vendiendo insistentemente, es connatural a la poesía atender a lo esencial, a lo perdurable y a lo humanamente espiritual, ¿cómo podrá ésta (la poesía) sobrevivir a estos tiempos nuestros tan superficiales, tan vertiginosos, tan monstruosamente materialistas? ¿Sirve la poesía para nuestras vidas o se ha convertido en un curioso anacronismo de museo, en un viejo instrumento inservible?

Como si de una vieja cazadora reversible se tratara, Luna Miguel le da la vuelta al epitafio punk de principios de los ochenta para certificar -después de sus más que lógicas dudas- que no hay autopsia posible, que la poesía no está muerta sino viva, muy viva. A pesar de todo.

Hegel pensaba que el hastío social es ese momento muy sordo, aunque dramático, por el que pasan todas las civilizaciones y en el que aparentemente parece que no ocurre nada. Y, sin embargo, por debajo se está gestando un cambio, una evolución, una tormenta social. Es obvio que algo, que antes parecía subterráneo y hacía temblar los cimientos de la poesía española más acomodada, ha emergido ya con denodada fuerza. Luna Miguel es sólo un eslabón, uno más, de una larga cadena de acontecimientos poéticos (se me ocurren nombres y maneras muy diferentes entre sí: Pablo García Casado, David González, Manuel Vilas). No más poesía aséptica, neutra y “bienpensante”, parecen decirnos estos poetas desde la urgencia manchada de sus versos. Luna no es una excepción: “Cuidado. / Muerdo”, nos advierte en el poema inaugural del libro. Y así es.

Roger Wolfe, el precursor poético en la década de los 90 de aquel dirty realism a la española, consideraba que adentrarse en un poema es como entrar en un edificio en llamas. Un lance arriesgado del que nadie sale o debería salir indemne. Esta máxima la firmaría (la firma) Luna Miguel en Poetry is not dead. Es la suya una poesía rabiosamente actual, urgente, exhibicionista y hasta narcisista (aunque la mirada voyeur asome en poemas como “Red Bull sin azúcar”), y a menudo enraizadamente existencialista cuando no nihilista (“En mitad de la nada el hipo es mi discurso”).

El individualismo exacerbado de su voz poética, enfrentada a un sistema social que nos pretende uniformados, no ofrece sin embargo salida alguna: “Qué le vamos a pedir al poema sino una piedra de coca”. Luna no pretende ser la salvadora de nadie ni de nada, ni siquiera de ella misma. Se limita a constatar los síntomas de una sociedad enferma en lo más profundo. Huye de lo política y poéticamente correcto (“Decir con rabia todo lo que no debo”) porque su poética no es la de la caricia sino la de la sacudida.

“La poesía contemporánea es una lucha por respirar”, decía ya Tadeusz Rozewicz, y así lo entiende también Luna Miguel. No es poco en estos tiempos de asfixia vital y competitiva. Tiempos de frustraciones, de miedos, de una profunda soledad que subyace bajo el falso optimismo de nuestras tecnologías de comunicación. De ahí la imperiosa necesidad de la poesía. Por eso, más que nunca, Poetry is not dead.

Jesús Jiménez Domínguez
Heraldo de Aragón, 06-01-2011

martes, 4 de enero de 2011

Los discos de 2010



  1. The suburbs, Arcade Fire.
  2. Plastic Beach, Gorillaz.
  3. This is the beginning of a beautiful friendship, Bigott.
  4. Vexations, Get well soon.
  5. Tourist history, Two Door Cinema Club.
  6. Bang goes the knighthood, The Divine Comedy.
  7. Beneath this burning shoreline, Cherry Ghost.
  8. The Besnard Lakes are the roaring night, The Besnard Lakes.
  9. Congratulations, MGMT.
  10. Twin Shadow, Twin Shadow.
  11. O. Children, O. Children.
  12. In evening air, Future Islands.


lunes, 3 de enero de 2011

La poesía de 2010

Ahí va algo de la poesía que más me agradó durante el 2010. He elegido una docena de libros (incluidos memorias y reediciones), pero habría muchos más:

  1. El gran número, Fin y principio y otros poemas, Wislawa Szymborska (Hiperión, 5ª edición).
  2. Muerte y levitación de la ballena, Rómulo Bustos (Universidad Complutense de Madrid).
  3. Una mosca en la sopa. Memorias, Charles Simic (Vaso Roto).
  4. Tal cual (antología poética 1967-1994), Luis Rogelio Nogueras (Colección Puerta del Mar).
  5. Adulto extranjero, Martín López-Vega (DVD Ediciones).
  6. Plenilunio, Lêdo Ivo (Vaso Roto).
  7. Amor. Poesía reunida, 1988-2010, Manuel Vilas (Visor).
  8. El mundo a medio hacer, Tomas Tranströmer (Nórdica).
  9. Arar, Ángel Gracia (Prames).
  10. El idiota entre las hierbas, Dolan Mor (Olifante).
  11. Del sueño, de la nieve, Jüri Talvet. (Olifante).
  12. Abierto, Juan Marqués (Pre-Textos).