El próximo 15 de julio el sello Grabaciones en el Mar edita Algora campeón, el disco que recorre la trayectoria musical de Sergio Algora, al que siempre recordamos.
El formato elegido es un digipack con libreto de 24 páginas que incluye fotos de Sergio con amigos y seguidores. El CD contiene una canción de cada uno de los discos que Sergio grabó en las discográficas Grabaciones en el Mar, Mushroom Pillow y RCA. Se podrá conseguir en tiendas FNAC y en Grabaciones en el Mar.
Éste es el listado de canciones:
1. Natasha Kampush (hazme una perdida) de La Costa Brava, Velocidad de crucero.
2. Mi última mujer de La Costa Brava, Llamadas perdidas.
3. Dos ostras de La Costa Brava, Se hacen los interesantes.
4. Quinceañeros de La Costa Brava, Los días más largos.
5. Mal menor de La Costa Brava, Déjese querer por una loca.
6. Mi pequeña estéril de Muy Poca Gente, En flor.
7. No hay vacaciones de Muy Poca Gente, Con zapatos nuevos.
8. Duerme de El Niño Gusano, El escarabajo más grande de Europa.
9. El hombre bombilla de El Niño Gusano, Veo estrellitas.
10. Pon tu mente al sol de El Niño Gusano, El efecto lupa.
11. Hoy no me puedo levantar de El Niño Gusano, Bernadutz e.p.
12. Menta de El Niño Gusano, Circo Luso.
13. Yukón de El Niño Gusano, Palencia e.p.
Muchas de estas canciones se han convertido ya en verdaderos himnos pop de toda una generación ("Mi última mujer", "Dos ostras", "Quinceañeros", "Pon tu mente al sol"). Sin querer, Sergio puso al día el carpe diem horaciano (valga la redundancia) a través de su personal visión del pop. Hoy estoy seguro que él matizaría: carpe noctem, siempre carpe noctem. Cierra el disco a modo de bonus track Nadie sabía que ya estaba muerto, un tema y una letra que, en la voz de Enrique Moreno, ponen el vello de punta, pero también nos dibujan una tímida sonrisa en los labios:
Muchas de estas canciones se han convertido ya en verdaderos himnos pop de toda una generación ("Mi última mujer", "Dos ostras", "Quinceañeros", "Pon tu mente al sol"). Sin querer, Sergio puso al día el carpe diem horaciano (valga la redundancia) a través de su personal visión del pop. Hoy estoy seguro que él matizaría: carpe noctem, siempre carpe noctem. Cierra el disco a modo de bonus track Nadie sabía que ya estaba muerto, un tema y una letra que, en la voz de Enrique Moreno, ponen el vello de punta, pero también nos dibujan una tímida sonrisa en los labios:
Hoy he dormido con los cascos puestos.
(Hoy he dormido, hoy de dormido).
Nadie sabía que ya estaba muerto.
(Nadie sabía, nadie sabía).
Y al día siguiente yo estaba en el cielo
con mis cosas favoritas y un vermut con hielo,
viviendo despacio un verano perfecto
con la brisa en la cara. Bienvenido al cielo.
Estoy siempre solo, pero estoy contento.
(Estoy siempre solo, estoy siempre solo).
Abajo en la Tierra lo viví ya todo.
(Abajo en la Tierra, bajo la tierra).
Y aquí entre las nubes yo juego a mi mundo,
he conocido a una chica que murió hace tiempo
y ella me enseña lo mejor del cielo:
lo lleva ella puesto por todo su cuerpo.
Nos sentimos poderosos, nunca estamos feos.
Lo mejor de las alturas está con nosotros.
Todo este tiempo lo estuve deseando:
conocer mi gran amor y salir volando.
A la espera de reencontrarnos dentro del libreto muchos de sus amigos (todos sería imposible: el volúmen ocuparía más páginas que la Enciclopedia Británica), me pregunto a veces cómo es que, después de más de 22 años de mi amistad con Sergio (una amistad que comenzó a fraguarse en la época de instituto, cuando él vestía de negro y llevaba en su carpeta fotos de Siouxsie, Joy Division y Echo And The Bunnymen), sólo aparezcamos juntos, él y yo, en dos fotografías:
En la fonda La Peña, un día 22 de cualquier mes. De pie por la izquierda: Amanlís, Leticia, Mary, Octavio, Ángel, Ingrid y el propio Sergio señalando al fotógrafo o señalándote a ti, quién sabe. Sentados por la izquierda: Dolan, Nacho, Jesús, Miguel Ángel y Miguel.
En su/nuestro bar Bacharach. Acompañamos a Sergio Algora, Ángel Guinda, Manuel Vilas, Octavio Gómez Milián (que presentaba libro) y yo.
Sin duda dos fotos para guardar en la memoria. Recuerdo también una tarde en una terraza: él bebiendo un vino blanco o un gin-tonic, ya no recuerdo. Yo una cerveza. En medio minuto, con su peculiar sentido del humor, me puso al día de sus últimos achaques y problemas de circulación. A mi torpe sugerencia de que tal vez debería empezar a cuidarse un poco más, me respondió con una sonrisa y estas palabras: "No pasa nada, Jesusico. ¿Tú sabes lo difícil que debe ser morirse?".
jeje, yo también...son las dos únicas fotos que tengo con sergio...
ResponderEliminarabracicos man
o.