VIEJAS CASAS
(POR ROBERT CORDING)Año tras año, calladamente,
he venido apreciando
cómo aguantan en pie las viejas casas
—bajo las lluvias de noviembre
o la reconfortante luz de junio—
como si hubieran alcanzado un acuerdo
en el que el curso de los días ya no es
cuestión de sufrimiento o de regocijo.
He venido apreciando
cómo adoptan el color de la lluvia o del sol
cuando insisten en mantener su vigilia
sin necesidad de un signo, sin esperar nada
más que los pájaros que cantan en los aleros
y el frío paralizante que estremece y hace crujir las vigas.
[Versión al castellano: Jesús Jiménez Domínguez]
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