Fotografía: Jose Laíño
NATURALEZA MUERTA CON FLORES
(UN POEMA DE PAULO FERRAZ)
Una semana y parte de la compra del mercado continúa en la
cocina.
Me pregunto: ¿para qué fue cuidadosamente escogida
si ahora es inservible para el consumo? Las frutas
perdieron la lozanía, los iniciales verdes, rojos y
amarillos,
que tanto cautivaron las retinas determinando ésta sí,
aquella no, fueron manchados por la paleta del tiempo,
aguarrás que desde el primer día les roba el barniz.
Aquí y allá, las rugosas pieles se oxidan y, como un cáncer,
un negro de necrosis se extiende en la misma proporción
que las albas colonias (los cuerpos marchitos se explican
por lo que fue azúcar y hoy escurre alcohólico por el fregadero).
Así son las frutas, fallecen separadas de cuanto las nutre.
A patatas, zanahorias y cebollas no les fue reservado otro
destino, pero antes de descomponerse intentan, pues
no olvidan que son raíces, plantarse en el aire donde
prosperan los mosquitos. La corona de higos está seca.
[Traducción: Jesús Jiménez Domínguez]